Un momento...

Ingeniero
Eladio Dieste


Eladio Dieste fue, antes que un ingeniero, un artista nato. La búsqueda de la belleza fue el motor de sus obras. Su gran aporte fue la creación de formas vivas y sólidas, formas curvas que le imprimieron movimiento a la arquitectura de Uruguay y redefinieron su paisaje.

Egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República en 1943, Dieste hizo del ladrillo su sello distintivo. Este material básico y accesible le permitió, como él deseaba, incluir sus obras en el colectivo social. Muchas de sus construcciones están pensadas para albergar a gran cantidad de personas, por ello se destacan sus iglesias, terminales de autobuses, depósitos y galpones industriales.

Dieste tomó el ladrillo y lo llevó a su máxima liviandad en la creación de superficies curvas a partir de una nueva tecnología que él denominó cerámica armada: construcciones abovedadas realizadas con ladrillo, armadura de acero y un mínimo de hormigón.

Este sistema constructivo consigue diseñar finas láminas combinando ladrillo, hierro y mortero, las cuales se arman sobre un encofrado móvil. El diseño es lo que distingue a estas estructuras, capaces de resistir las demandas que se ejercen sobre ellas gracias a su forma y no a su masa, lo que conlleva un requerimiento menor de materiales. La construcción con cerámica armada tuvo mucha aceptación porque permite mayor prefabricación y sistematización en la repetición de sus componentes, con costos competitivos para el mercado.

La obra de Dieste, que en 1993 le valió el título de ‟Doctor Honoris Causa” de la Universidad de la República, es objeto de estudio en distintas universidades nacionales y extranjeras.

Nuestro depósito

En 1975 se hizo un llamado público para la reconstrucción de un viejo galpón en el Puerto de Montevideo que se había incendiado. La propuesta de Eladio Dieste fue reciclar las paredes, respetando las proporciones de una construcción del siglo XIX y techar el espacio (4.200 m²) con bóvedas de cerámica armada de doble curvatura. Las bóvedas salvan una luz de 50m, con una altura libre bajo los tensores de 6,50m.

El techo está formado por 14 bóvedas atensoradas construidas con ladrillos huecos (25 x 25 x 10) unidos con mortero de arena y portland, cubiertas en la superficie exterior con una capa de mortero de 2 a 2,5 cms. de espesor y pintadas de blanco para reflejar la radiación solar. La estructura de sostén está formada por 2 vigas de borde de hormigón armado apoyadas en refuerzos de hormigón practicados en los viejos muros de ladrillo.

Estos refuerzos se vinculan a la viga de borde y al macizo de fundación, mediante cables de acero precomprimido. Los muros y las aberturas fueron tratados con sumo cuidado buscando respetar y resaltar el valor espacial que expresaban.

En el interior se regularizaron las pilastras estructurales y se repararon los muros con revoque a la bolsa, de arena y portland pintado a la cal, buscando uniformizar la expresión dominante de la vieja albañilería. En el exterior los muros estaban bastante deteriorados por lo que se optó por hacerles un revestimiento en ladrillo de campo visto, cuidando especialmente resaltar las aberturas.

Los muros laterales y testeros tienen una sucesión de puertas y espacios ciegos, enmarcados, que componen una serie de relieves que alivianan la fachada y se ajustan a la lectura del espacio en movimiento que expresan las bóvedas. Los testeros tienen una serie de ventajas superiores que rematan el muro por encima de los portones y además las pilastras del muro que se intercalan en cada portón o espacio ciego.

Los vidrios de las ventanas están colocados al ras del muro interior y los antepechos, construidos con una sucesión de hiladas escalonadas de ladrillo, de la misma forma e inclinación que el remate de las pilastras en el encuentro con el muro, generan una fuerte unidad de expresión. La luz natural llega, principalmente, a través de un corte transversal en cada bóveda cerrado por cristales apoyados en parantes metálicos.

Depósito
Julio Herrera y Obes

Administración Nacional de Puertos

Actualmente Depósitos Montevideo S.A. concesionario privado.

Antiguo depósito del siglo XIX techado con bóveda de doble curvatura de ladrillos huecos armados.

Se reforzaron las fundaciones para soportar el nuevo techo y se acondicionaron los viejos muros resaltando la calidad de su expresión.

Proyecto
Ing. Eladio Dieste

Empresa Constructora
Dieste y Montañez S.A.

Fecha
Octubre 1977 - Mayo 1979

Ubicación
Rambla 25 de Agosto y Zabala
Recinto portuario, Montevideo.

Area cubierta
4200 m²

Bóvedas de doble curvatura
luz libre 50m, flecha 5.60m

Altura de pilares
6.50m

Sus Obras

Eladio Dieste nació el 1 de diciembre de 1917 en Artigas y murió el 19 de julio de 2000 en Montevideo. Tras recibirse de ingeniero comenzó a conocer con mayor profundidad las nuevas corrientes modernistas que se expandían por Europa en aquel entonces. Le Corbusier era el emblema, pero Dieste encontró mayores puntos de encuentro con el arquitecto catalán Antonio Bonet y el artista plástico Joaquín Torres García.

Comenzó a desarrollar así las bases de su obra: el cubrir grandes espacios sin soportes alternados, la utilización efectiva de la luz natural, y la amplitud de los espacios. El manejo plástico y efectivo de la luz es una constante que siempre maravilla a quienes admiran el trabajo de Dieste. Su capacidad para darle el lugar adecuado a la luz demuestra la importancia que le daba a la naturaleza y su fina sensibilidad. Con esa exquisita habilidad, Dieste logró desarrollar una nueva poesía basada en el espacio arquitectónico.

Otro importante concepto que desarrolló Dieste fue la economía de medios, un ideal que impulsó su obra y la marcó. Dieste se inspiró en las necesidades de la gente para crear espacios a escala humana.

Su trayectoria, jalonada por obras emblemáticas, como la Iglesia de Atlántida o el propio Depósito Julio Herrera y Obes en el Puerto de Montevideo, fue destacada a nivel internacional por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Universidad de Princeton y el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) al nombrar el 2005 como El año Eladio Dieste. En 2006, Uruguay rindió homenaje a este ingeniero-arquitecto durante el Día del Patrimonio el fin de semana del 7 y 8 de octubre, celebrado bajo el lema ‟Tradición e Innovación: Eladio Dieste: el Señor de los Ladrillos”.

© 2014 Depósitos Montevideo ®